Entre santos

El muchachito estaba en buena compañía, al menos en lo que se refiere a la salud de su alma, porque por lo demás, temo que la charla de esos dos personajes religiosos no fuese muy apasionante que digamos.

La máquina

El hombre parecía estar sujeto a, o preso por un extraño aparato cuyo propósito último se me escapa. Quizás era un generador de energía, o por el contrario, un dispersor de la misma. El caso es que estaban allí y algo hacían, juntos, en evidente simbiosis.

Actividad

Por suerte ha vuelto el buen tiempo, como corresponde a la fecha que marca el almanaque. Ahora podremos dedicarnos a ese sinnúmero de actividades al aire libre que tanto necesitamos las personas dinámicas para quemar energías y mejorar el ánimo.

Zombie

Parecía un zombie, lo juro, los huevos que le habían roto en la cabeza parecían masa encefálica y se movía con torpeza y los brazos extendidos en garras en una sórdida amenaza que una amplia sonrisa tornaba desconcertante. Luego comprendí de qué se trataba: era otro estudiante de la facultad de sociología que acababa de recibirse. Respiré aliviado, se escuchan muchas historias de los zombies, hay que andarse con cuidado.

Multitud

Por la mañana, cuando voy a la agencia a pie, como buen infante, me cruzo con otros ciudadanos como yo que, resignados, también van a cumplir con su tarea remunerada. Pero a veces tengo la sensación de que hay muchos otros y no pocos, que nos ven pasar desde algún balcón, inmóviles y silenciosos como si ellos no tuviesen obligaciones laborales.

Agotado

Si no fuese porque tomé esta imagen el viernes al regresar a casa, podría pensarse que este hombre yacía exhausto tras haber participado en la carrera de Nike que se llevó a cabo ayer de noche por la rambla. Así, más o menos, quedo yo cuando comienzo a retomar el entrenamiento para correr, lo cual perfectamente podría servir para ubicar esta foto dentro de la categoría de "autorretratos"...

Alceu Ribeiro - In memoriam

Leí esta mañana en la prensa que ayer falleció, a los 94 años, el conocido pintor uruguayo Alceu Ribeireo, quien junto a su hermano Edgardo, se formara en el taller del maestro Torres García. Hacía muchos años que Alceu residía en Palma de Mallorca, donde falleció, pero al menos durante un tiempo venía al Uruguay con regularidad. Fue ene uno de esas retornos temporales que lo pude retratar, gracias a la mediación de su hijo Diego, amigo y compañero de facultad, en su casa de Atlántida. No lo volví a ver nunca más, pero gracias a las fotos que le hice, siempre recuerdo su imagen, congelada a los 57 años de edad.

El perrito

Ayer por la tarde, aprovechando el retorno de la primavera a nuestras costas, retorné a casa por la Rambla Sur. Había mucha gente disfrutando del sol y también este perrito, que jugueteaba junto al agua junto al mar en uno de los ghats, tan contento o quizás más que cualquiera de los que andábamos por allí.

Mañana desolada

La primavera, etc., etc., y esta mañana el cielo estaba vestido de gris, por lo que la explanada municipal lucía triste y desolada.

Observado

Los fotógrafos estamos acostumbrados a ser los que observan a los demás, pero a veces se tiene la sensación de que los fotografiados lo miran a uno con mucho interés, como en este caso durante un rodeo en Vacaria, en el sur de Brasil.

Esquiva primavera II

Otra vez el clima nos hace sufrir. Tras un par de días gloriosamente primaverales, el cielo se ha vuelto a encapotar, pero las flores de los macetones que cuelgan en 18 de Julio (ver entrada anterior) continúan insistiendo en que para ellas sí ha llegado la primavera. Como dicen los franceses (y belgas y suizos, presumo) "Chaqu'un voit midi à sa porte", cada cual ve el mediodía en su puerta...

Amenazante

En 1977 me radiqué en Rio de Janeiro y como la ciudad siempre me había parecido fascinante, pasaba buena parte de mi tiempo libre recorriendo las calles cámara en mano. Esta imagen que me llamó la atención era la propaganda electoral de un candidato en las elecciones municipales, un tal "Profesor Carrasco". Como "carrasco" en portugués significa verdugo, el candidato, haciendo gala de un moderadamente macabro sentido del humor, eligió este símbolo para su campaña.

En el agua

¡Así no vale! -creo que le decían sus compañeros al niño que retozaba en el agua fresca del río, "Nosotros trabajando al sol y vos pasándola bien...". A decir verdad no recuerdo si eso era lo que le decían o qué, pero en todo caso es lo que le hubiese dicho yo y como no hay nadie presente para desmentirme me aprovecho.

En alta mar

Seis años después de mi viaje amazónico me radiqué en Brasil trabajando para una empresa que realizaba buceo profundo dándole servicio a Petrobras en sus plataformas marinas. Fue el comienzo de un período de 14 años ligado estrechamente al mar, la mayor parte de los cuales trabajando en barcos de buceo y plataformas. Aunque durante mis embarques no tenía demasiadas oportunidades de fotografiar, conservo algunas imágenes que describen en parte lo que hacíamos a bordo y me recuerdan esos años en que viví y trabajé rodeado de agua salada.

Amazónico

Estos días seudoprimaverales me recuerdan, por momentos, cuando estuve por primera vez en Belém do Pará, sobre la desembocadura del río Pará, afluente del rio Amazonas. Era la época de lluvias y todos los días a la misma hora de la mañana y de la tarde, caían piscinas de agua del cielo encapotado que poco después volvía a despejarse, con las nubes desgarrándose como tironeadas por garras celestiales dejando pasar de nuevo el sol tórrido de los trópicos. Al rato las calles ya estaban secas de nuevo.

Sierpes veredes

Acá nos quejamos de llenos, nunca estamos satisfechos con lo que tenemos. Por ejemplo, en nuestra ciudad no hay -o al menos no se ven- serpientes por las calles, y me refiero a las reales, no a las metafóricas, que ésas sí que abundan. En otras partes, territorios lejanos y hasta cierto punto, míticos, los reptiles son tan numerosos y de tal tamaño que todos los días, por las mañanas, deben ser recogidos y devueltos a su hábitat natural. Agradezcamos el estar adonde estamos.

Victoria

Esta tarde, poco después del mediodía, los uruguayos se volvieron a paralizar frente a las pantallas para presenciar, sumidos en la mayor incertidumbrea, el heroico desempeño de la Celeste frente a Jordania en Amán. Yo, haciendo gala de mi probervial desentendimiento respecto a todo lo que tenga que ver con el fútbol y no esté estrictamente ligado a mi trabajo, me crucé, de camino a la agencia, con estos dos personajes, presumiblemente padre e hijo, que tras finalizar la heroica y victoriosa gesta se dirigían, engalanados con los colores patrios, hacia La Pasiva, sospecho que con el fin de darle un buen final gastronómico al festejo.

En la calle

Viajando por la India, es común encontrarse con gente, a veces familias enteras, durmiendo en la calle, con frecuencia acostados en camas. En algunos casos se trata de vecinos que sacan sus lechos a la calle por las noches a causa del calor, pero por lo general se trata de gente sin techo. Claro que eso no solo ocurre en la lejana India, aclaremos.

A la fuerza

Para contrarrestar el ostensible retraso en la presentación de la primavera, la municipalidad, en una medida que la enaltece, determinó que se repartieran por la ciudad colores de una reserva especial que tiene para estos casos. ¡Qué sabia es nuestra intendencia y qué afortunado somos al estar servidos por ella!

Esquiva primavera

La primavera escurre el bulto: un día sale el sol y el siguiente se oculta bajo nubes color gris invierno, llueve, es un desastre, la gente comenta en el trabajo y en las cada vez menos frecuentes ruedas de café que debería renunciar el ministro correspondiente, o cualquier ministro, alguien, pero que esto no puede seguir así. Sin embargo, en algunos cotos reservados la primavera sí se ha presentado, como e las hermosas macetas que cuelgan como espadas de Damocles de columnas en 18 de Julio. Allí los malvones, indiferentes al cambiante clima, parecen regirse obedientemente por el calendario y nos regalan el espectáculo de sus espléndidas flores.

Jardín Veneciano

Era un jardín despojado, había pocas plantas, aunque sí unas cuantas estatuas, también despojadas, pero de ropa, alguna de ellas. Lloviznaba y ese rincón casi escondido en una de las islas de la laguna de Venecia rebosaba un misterioso encanto.

Homenaje

Ayer de tarde, al salir de la agencia y camino a casa, me encontré con este solitario (llovía a cántaros) y florido homenaje a las víctimas de la violencia doméstica. Supongo que sus organizadores no percibieron la ironía -o sarcasmo- de que ese acto en repudio de esas infamias infelizmente cotidianas contra tantas mujeres, haya sido hecho frente a la estatua de un hombre desnudo, pero para percibir esos detalles hay que poseer la mirada desviacionista de un fotógrafo.

Ominoso

No recuerdo de qué se trataba el asunto, pero sí que me pareció un tanto ominoso. Corrían tiempos difíciles.

Al trote

Este mediodía me tocó hacerme una ergometría y como el resultado fue normal, para festejar fui a trotar un rato a la rambla. Hacía tiempo que no lo hacía y me costó un poco, además de que mi performance no fue muy vistosa. Por suerte yo no estaba siendo vigilado en mi corrida, como el joven siciliano de la foto, pero en Sicilia, ustedes ya saben...

Azoteas

La ciudad cambia con el tiempo y también lo hacen, aunque con mayor lentitud sus azoteas. Ésta probablemente luce diferente. En techos asi uno podría perfectamente ubicar a algún personaje de novela, algún artista bohemio o quizás alguien que desea permanecer oculto por alguna inconfesable razón de peso.

Realidad e ilusión

¡Yo soy el auténtico y el otro la reproducción! -gritaba el David en primer plano mientras me daba la espalda con desdén. Allá lejos, pequeñito, la copia en bronce de la famosa escultura de Miguel Angel rumiaba su fastidio contra los advenedizos de la era digital y demás.

Cultivada

Nada mejor que un buen montón de libros para echarse una siestita, podríamos imaginar que Nani es una gata culta.

Esquina

Aunque con el tiempo cambie, inevitablemente, para mí Montevideo seguirá siendo una ciudad en la que los balaustres de las azoteas de las viejas casas de una planta asoman entre el follaje de los plátanos, así como a Borges le hacía pensar en "tardes con luz de patio".

Ventanas

Las fotos son como ventanas, y a veces muestran mucho más de lo que se ve a través de algunas ventanas de vidrio. Al mediodía en la (excelente) exposición de mi compañero Pablo Porciúncula que se presenta en la Universidad Católica hasta el 16 de noviembre.