Molestias

Como los sufrientes niños musulmanes de la foto anterior, este jovencito hindú se tomó la molestia de atravesarse la punta de la lengua con una flechita de plata para manifestar su devoción por Lord Murugan (link, en inglés), algo que a mis ojos occidentales (y ateos) suena como un tanto molesto.

Recuerdo

Esta tarde me crucé por la calle con dos personas que llevaban en la cabeza unas curiosas coronas de cartón que creo eran una absurda propaganda de Burger King, o algo así. Por una misteriosa asociación de ideas me acordé de cuando estuve en Estambul y veía pasar niños vestidos como reyes con mantos, cetros y coronas o sombreros de gala. Averiguando vine a saber que se trataba de pequeños, o no tanto, que habían sido circuncidados (parece que por allá lo hacen de más grandecitos, uyy...)  y supongo que para consolarlos les hacen una fiesta y los pasean por la ciudad vestidos así.

Ya es tarde

No me impresionan en absoluto las manifestaciones de descontento del sujeto arriba a la izquierda, que gimotea agarrándose la cabeza y profieriendo estentóreos improperios galos dirigidos contra los grafiteros que dejaron su impronta a su lado. Por lo menos no son como los descerebrados de estas tierras, que garabatean las  estatuas mismas y demás obras de arte, así como cuanta pared recién pintada encuentras a su paso, en su afan de proclamar su incapacidad total de expresarse de alguna forma un poco más creativa, como lo hacen otros colegas, cuyas obras sí se puede decir que decoran la ciudad. Siempre repito que desgraciadamente hay gente que no tiene nada para decir y que lo hace a gritos.

Preparado

El ajedrecista que está más atrás, el que juega con las negras, está en problemas,  su rival es un experto, tiene un tablero en la cabeza.

Garibaldinos

Al ver esta imagen que tomé durante un reportaje para una revista de Milán sobre la comunidad italiana en Uruguay, me acuerdo de mi abuelo (que sin embargo era de origen vasco y del Partido Blanco) cantando "E non é vero che é morto Garibaldi, pum, Garibaldi, pum, Garibaldi, pum".

Lavado de cerebro

Frente a la universidad han acondicionado un banco para sentar allí a víctimas cuidadosamente seleccionadas y lavarles el cerebro con mensajes subliminares (o no tanto).

Lo auténtico

Por supuesto que querer parecerse a algo o a alguien y conseguirlo, son dos cosas muy distintas. Al lado del Paris real, las modestas imitaciones locales resultan un poco tristes.

Decadencia

Una ventana de una casa de estilo francés en el Barrio Reus al Norte, en ruinas, hace tiempo que no paso por allí, no sé si aún existe.

In memorian Ghiggia

Ayer falleció el Gran Ghiggia, el héroe de Maracaná, a los 88 años, mientras miraba un partido de fútbol, quizás precisamente de la forma en que él habría querido partir, con los ojos llenos de lo que amaba. Tuve la oportunidad de retratarlo en un reportaje para France Presse hace cinco años y aquí va esta imagen suya, en el estadio Centenario. Maracaná ocurrió hace precisamente 65 años y desde aquel momento, Ghiggia, el "verdugo de Brasil", como lo llaman los brasileños, entró en la historia del deporte mundial y en la nuestra para quedarse para siempre. Buen viaje, don Alcides.

Final

La última imagen que tengo, o que me pareció interesante al editarlas en las hojas por contacto, del Sorocabana de la calle Yi poco antes del cierre definitivo. Como se ve, el decorado tanguero marcaba un poco el rumbo que habían tomado sus administradores en su afán de sobrevivir, aunque en vano.

Fieles

A pesar de los negros nubarrones que oscurecían cada vez más el cielo del Sorocabana, algunos fieles clientes continuaron yendo diariamente, quizás con la esperanza de que su modesto respaldo personal contribuyese a mantenerlo en esa especie de limbo en forma indefinida, o al menos hasta que ellos mismos tuviesen que dejar ir por razones de fuerza mayor.

Manteniéndose a flote

Por un tiempo más, el Soro consiguió mantenerse a flote, con nuevas propuestas, no siempre exitosas. En las antes prácticamente paredes ahora había algunos cuadros de clientes, o fotos, como la mía a la derecha, una de las que les vendí después del incendio para que decoraran sus locales por un precio irrisorio y que fueron rematadas junto a las mesas y sillas cuando el café cerró definitivamente.

Nuevos clientes

Al local del Sorocabana de la calle Yi comenzaron a arrimarse, o quizás retornaron tras largas ausencias, otros clientes, no voy a decir "caras nuevas" porque en realidad se trataba mayoritariamente de gente mayor. Sin embargo, su presencia no bastó para mantener el balance de entradas y salidas equilibrado a fin de mes y el café continuó su lento e inexorable proceso de hundirse como un navío con un rumbo en el casco.

Parecido, pero no igual

El nuevo local del Sorocabana de la calle Yi, aunque decorado de forma parecida al de la Plaza Libertad utilizando los mismos elementos (lambrices, sillas, mesas y demás), en algunos aspectos dejaba mucho que desear, como por ejemplo en sus ventanas, más reducidas y que dejaban pasar bastante menos luz.

Ajedrez en el cafe

Los ajedrecistas estaban tan concentrados en su partida que ni se acordaban de sus respectivos pocillos de café.

AVISO A LOS NAVEGANTES
Mañana miércoles a las 19 horas se inaugura en el Museo del Gaucho, 18 de Julio 998, esquina Julio Herrera y Obes, una exposición llamada "Té, chocolate, café..." y como parte de la misma van a ser exhibidas once imágenes mías del café Sorocabana impresas y  la serie completa, poco más de ochenta, mostradas en una pantalla. Están todos invitados.

Telaraña

Como una telaraña en el cielo, los cables eléctricos se ciernen como una amenaza sobre los aterrorizados edificios.

Como en la India

Ayer al mediodía, cuando iba a la feria del Parque Rodó, pasé por este lugar que me recordó a los templos en la India, con su abigarramiento de imágenes, decorados e inscripciones. Estaba cerca de mi casa, a veces no hace falta viajar para ver cosas exóticas.

Visita papal

El Papa Francisco llegó a Ecuador, acabo de pasar al servicio de AFP miles de fotos y vienen más. Cuando Juan Pablo II estuvo en Uruguay yo trabajaba en otra cosa y salí a tomar fotografías para mí mismo, como la de este simpático grupo de monjitas que aguardaban pacientemente bajo una llovizna persistente para poder verlo de cerca.

Patrimonio de la Humanidad

La Unesco está por decidir si declara Patrimonio Histórico de la Humanidad lo que queda del ex frigorífico Anglo en Fray Bentos. Esperemos que así sea, los fraybentinos ya se están afilando para festejar en caso afirmativo y celebrar es bueno, alegra el corazón y reduce la tensión arterial, todo sea por la salud.

Nuevos tiempos

En el nuevo Sorocabana de la calle Yi, con las mismas mesas y sillas pero más reducido en superficie y con nuevas opciones culturales y alimentarias, las cosas también eran diferentes respecto a los clientes y su comportamiento en público.