jueves, 31 de marzo de 2011

Matinal

Algunas mañanas voy a la agencia caminando. No es mucha distancia y me permite, ocasionalmente, tomar alguna foto interesante; muchos de los citadinos recién se están desperezando y hay incluso algunos que aprovechan el tibio sol matinal como mejor pueden.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Cada uno en lo suyo V


Esta imagen la tomé también el domingo pasado en la escollera Sarandí. El niño navegaba, no por las aguas del río-como-mar que tenía a pocos pasos, sino mucho más lejos, cabalgando las olas de internet en su computadora escolar XO.

martes, 29 de marzo de 2011

Cada uno en lo suyo IV

Ya había fotografiado antes a estos vendedores en plena actividad lúdica(ver aquí). Esta vez se llevaron al muchachito a la derecha como apoyo. Me gustó el grupo que componían, cada uno en lo suyo, indiferentes a los transeúntes de 18 de Julio.

lunes, 28 de marzo de 2011

Oculta


Los anglosajones utilizan a veces una expresión afectuosa para referirse a las mujeres de edad, "old girls", niñas viejas, (así como hay "old boys"). Creo que es posible encontrar dentro de cualquier mujer que ya va dejando atrás la madurez, a una mujer joven y bella que despierta ardientes pasiones, es sólo cosa de buscar un poco.

domingo, 27 de marzo de 2011

Tarde de domingo II

Esta tarde de domingo de marzo comenzó triste, pues tuve que ir al velorio del padre de un compañero y amigo; luego se puso tediosa, me -nos- obligaron a votar por algo que no le interesa a nadie, para el Banco de Previsión Social, y para peor, con lista única. Pero después me largué hasta la escollera Sarandí y todo mejoró mucho. La tarde era espléndida y una brisa suave hacía más soportable la caricia del sol, que más que caricia, parecía una bofetada. Los montevideanos se habían volcado a la Rambla y la escollera Sarandí estaba repleta de pescadores de todas las edades. No vi a nadie que hubiese pescado nada mayor de un modesto pececillo, pero tampoco importaba, la cosa era ir cargando de sol las baterías del cuerpo para cuando se nos arroje encima el invierno.

sábado, 26 de marzo de 2011

Gateway of India

Comencé a leer el estupendo libro "Secret Tibet", del etnólogo, fotógrafo, montañista y etc., italiano, Fosco Maraini, que me regalara hace poco mi viejo amigo Daniel S. Voy por el comienzo, cuando el autor llega al puerto de Mumbai, en la India y menciona el gran arco construido por los ingleses para servir de marco simbólico a su puerta de entrada al subcontinente, el Gateway of India. Recordando-recordé la última vez que estuve allí y decidí poner esta foto, que me gusta mucho, tomada en las inmediaciones del monumento .

viernes, 25 de marzo de 2011

Dormir al sol


El hombre se había echado a dormir sobre las lozas de granito de la plazoleta junto al mar, en la Rambla Sur. No hacía frío, pero tampoco mucho calor, quizás confiaba en que se atreviese a salir el sol, escondido tras las nubes. me hizo acordar del título del libro de 1973 de Adolfo Bioy Casares, "Dormir al sol", pero sólo por eso, por el título, nomás...

jueves, 24 de marzo de 2011

Protegida




Seguramente la niña se sentiría protegida, no tanto porque la llevaba un policía, y desde chiquitos nos enseñan que los policías están para protegernos de los malos, sino porque ese policía en particular era su padre y la llevaba envuelta en sus brazos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Aguas de marzo

Hace dos días, precisamente la fecha que indica el fin del verano, descubrí a este hombre que tomaba un baño al atardecer, uno de los últimos de la temporada, en la pequeña playa que hay junto al edificio de la vieja compañía del gas, en la Rambla Sur. Mientras lo encuadraba en el visor de mi cámara, recordaba la inolvidable canción de Tom Jobim, "Aguas de marzo", "cerrando el verano, promesa de vida en tu corazón".

martes, 22 de marzo de 2011

Cada uno en lo suyo III


Pocas cuadras después y la misma tarde en que fotografié el "coro" de la entrada de ayer, me encontré con estos otros danzarines, mucho más elegantes, algo comprensible, porque como eran más viejos tuvieron mucho más tiempo para practicar. Bailaban un tango, ritmo que, tanto por la hora de la tarde en que tomé la foto, como por otras razones más ligadas al paso del tiempo y a los cambios en gustos y modas, no vacilaría en calificar de "crepuscular".

lunes, 21 de marzo de 2011

Cada uno en lo suyo II

Estuvieron bastante tiempo practicando sus pasos de baile. Las vi primero desde la ventana de la agencia y cuando me fui, un buen rato más tarde, aún estaban allí, ensayando, aunque por lo que pude comprobar, sin mucho éxito. Hasta don Artigas, que desde su caballo sobre el pedestal ha sido testigo de muchas cosas insólitas, se hizo el desentendido con disimulo.

domingo, 20 de marzo de 2011

Visiones dieciochescas


Ayer de tarde, cuando iba por 18 de Julio rumbo a casa después de mi jornada en la agencia, creí ver visiones. Me preocupé, pues nunca antes había tenido alucinaciones. Para salir de dudas, tomé una fotografía con mi siempre lista cámara. Cuando llegué a casa y la vi, me preocupé aún más; o mi cámara también desvariaba o fue que nos cruzamos con un ser muy extraño en el camino de regreso.

sábado, 19 de marzo de 2011

Cada uno en lo suyo




Una tarde soleada y ventosa de marzo es ideal para caminar por la rambla. Ayer, retornando de la agencia, me crucé con estos jóvenes, cada uno ensimismado en su mundo, disfrutando del otoño, y gratis.

viernes, 18 de marzo de 2011

Allá arriba VI

Tomando en cuenta la relación estrecha que parecería existir entre las "alturas" y la religión, sería interesante estudiar la influencia de la hipoxia relativa, provocada por la falta de aire, y el arrebato místico.
Los fieles de esta foto venían marchando montaña abajo a unos 3.000 metros de altitud, desde el santuario de la Virgen de Punta Corral, en el norte de Argentina, tocando sus tambores y sus flautas de Pan (sicuris), inundando los cerros circundantes con su música extraña y sobrecogedora.

jueves, 17 de marzo de 2011

Allá arriba V



Otra imagen tomada en las alturas, literalmente entre las nubes, a casi 4.500 metros de altitud, en el monasterio Ganden, a 40 km de Lhasa. Me gusta la estampa de esta vieja tibetana saliendo del templo del monasterio agitando su rueda de oración, con su cara surcada de arrugas, su ropa en parte tradicional y en parte moderna, calzada con esas incongruentes -pero perfectamente cómodas- zapatillas deportivas, todo un símbolo de los tiempos que corren.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Allá arriba IV




Sin tener en cuenta posibles maremotos, temblores de tierra y demás catástrofes naturales, este señor estaba muy tranquilo sentado en medio del altiplano boliviano, cerca de la frontera con Argentina.

martes, 15 de marzo de 2011

Allá arriba III

Por lo visto he exagerado un poco con esto del maremoto y sembrado el pánico sin necesidad. Este pequeño tibetano aspirante a monje en el monasterio Tikkse, cerca de Leh, en Laddakh, el "pequeño Tibet" en el norte de la India, parece correr asustado montaña arriba. O no, creo que no es para tanto, es que es la hora del almuerzo y no quiere quedarse debajo de la mesa.

lunes, 14 de marzo de 2011

Allá arriba II


Sigo sin bajarme de las alturas, y ahora, la figurita en el paisaje corresponde a la de un monje en el monasterio Sera, en las afueras de Lhasa, capital del territorio "especial" del Tibet, en China. Otro país con riquezas minerales y estratégicamente demasiado bien situado, para desdicha de sus habitantes.

domingo, 13 de marzo de 2011

Allá arriba



Continuando un recorrido imaginario que me mantuviese lejos del mar, con sus posibles exabruptos, llegué a Potosí, también a 4.000 de altitud (parecería ser una constante). Allí veo a esa mujer, caminando solitaria en medio de esos cerros de piedra que alguna vez albergaron en sus entrañas la plata que hizo tan infelices a los habitantes de la región, víctimas de la codicia ajena.

sábado, 12 de marzo de 2011

Montaña arriba

Luego de ver las imágenes y escuchar los relatos de la tragedia telúrica que golpeó a Japón, he resuelto alejarme lo más posible -al menos mentalmente- del mar y sus posibles tsunamis (que antes se llamaban maremotos). Y aquí estoy, de regreso en el santuario de la Virgen de Punta Corral, en medio de los cerros (montañas) que cercan al poblado de Tilcara, en la Quebrada de Humahuaca, en el norte de Argentina. El terremoto, no sé, pero lo que son las olas, acá a 4.000 metros de altitud, seguro que no llegan.

viernes, 11 de marzo de 2011

Convite


Acércate más, hermosa palomita! Es la hora de merendar; tú picoteas algunos granitos que he arrojado al piso, y yo...mmm... en fin, ya encontraré algo sabroso para comer también...", escuché que decía el taimado felino con voz meliflua. Convivir durante años con varios gatos me ha enseñado a interpretar lo que dicen con mucho cuidado.

jueves, 10 de marzo de 2011

Desertor


En el recordado film "En alas del deseo", (Wim Wenders, 1987), el ángel Damiel renuncia a sus atributos angélicos, para convertirse en simple humano por amor a una joven equilibrista. No debe ser el único caso; en 1999, recorriendo el norte argentino, en la Quebrada de Humahuaca, sorprendí a este otro ángel des-alado.

miércoles, 9 de marzo de 2011

¡Nadie me escucha!


Muchos fotógrafos parecemos sufrir, de tanto en tanto, del sindrome de "a nadie le importa lo que hago", y me imagino que a otros creadores, como músicos, pintores, escritores y demás, les pasa lo mismo. Este ángel se quejaba amargamente de que nadie escuchaba su trompeta, y mascullaba por lo bajo, en tono vagamente amenazador; "¡Vamos a ver si me escuchan o no cuando toque llamando para el Juicio Final!"

martes, 8 de marzo de 2011

Arrinconado II

Arrinconado/a estaba este angelito/a, entre ese policía con aspecto inquisitivo y la mujer a la izquierda, de apariencia brujil. Quién sabe qué querrían, pero el alado/a parecía asustado/a, y se cubría el rostro con un pañuelo.

lunes, 7 de marzo de 2011

Arrinconado


En este caso en particular, no creo que haya sido por problema de edad, ya que se trata de un querubín, pero al pobre lo tienen arrinconado en un lugar poco visible. Quizás sea porque le faltan parte de las alas y un bracito (¡pobre ángel!), pero lo cierto es que está relegado a un plano muy secundario. Apuesto que es para que no les cause una mala impresión a los nuevos clientes del cementerio cuando llegan.

domingo, 6 de marzo de 2011

Anciano

No lo sabía, recién me enteré en mi visita de ayer al Cementerio central, pero por lo visto el tiempo también pasa para los ángeles, que envejecen, igual que nosotros, aunque no necesariamente a la misma velocidad. La prueba, esos dos que sorprendí descansando sobre un montón de piedras. No hablaban entre sí, quizás la diferencia generacional tenga su peso entre los alados. Lo que no entendí bien para qué es que le sirve el bastón al de la izquierda, ¿para no volar cojeando?

sábado, 5 de marzo de 2011

Reencuentro

Esta tarde me di una vuelta por el viejo Cementerio Central, en procura de más seres angélicos y me llevé una sorpresa rayana en el soponcio. Entre las tumbas, distraído, sin siquiera escuchar el ruido que hice cuando tropecé torpemente con una lápida quebrada, estaba el ángel de la entrada de ayer. Pasaron quince años, es cierto, pero yo creía que el tiempo ("esa otra daga") no transcurría para los seres celestiales. Error: el alado estaba más bien desalado, habiendo perdido el ala derecha, se le habría caído o algo peor, y un pajarito muy simpático trataba de consolarlo con palabras que no pude entender, porque los seres que vuelan hablan otro lenguaje, pero que en mis oídos rastreros sonaban tiernas y reconfortantes.

viernes, 4 de marzo de 2011

Asustadizo

No me vio cuando entré al cementerio y estaba dando un rodeo para acercarme a él y fotografiarlo mientras estaba distraído, cuando de pronto percibió mi presencia, probablemente demasiado cercana para su celestial timidez. Apenas me dió tiempo a levantar la cámara y dispararla mientras se lanzaba al vuelo con un sordo revolotear de sus angélicas alas; fotografiar ángeles es más difícil que cazar patos en los bañados.

jueves, 3 de marzo de 2011

Guardián


Apuesto a que como ya no existe el Paraíso Terrenal (¿cómo, no lo sabía?) a ese ángel le encomendaron custodiar la entrada del cementerio. Quizás para él sea lo mismo, pero para nosotros, simples mortales, no.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Discreto

Apenas entramos en el hermosos cementerio de la Recoleta, en el centro de Buenos Aires, se nos "apersonó" -como dicen los partes policiales- el señor de los grandes bigotes que está en primer plano, ansioso de mantener una conversación que fuese distinta de la de sus fríos y rígidos compañeros de barrio. Con disimulo, el ángel que está atrás comenzó a alejarse discretamente. Quizás no quería ser fotografiado, algo raro, sin duda, un ángel de perfil bajo.

martes, 1 de marzo de 2011

Aburrido

¡Pobre angelito! Nadie le lleva el apunte, todos pasan de prisa a su lado sin detenerse siquiera a platicar un poco. Se debe de estar preguntando para qué se molestó en bajar e instalarse en este callejón de la Serenísima, si a nadie parece interesarle charlar un rato con él...