martes, 1 de marzo de 2011

Aburrido

¡Pobre angelito! Nadie le lleva el apunte, todos pasan de prisa a su lado sin detenerse siquiera a platicar un poco. Se debe de estar preguntando para qué se molestó en bajar e instalarse en este callejón de la Serenísima, si a nadie parece interesarle charlar un rato con él...