Saludo

Desde lo alto de su pedestal, el jinete saludó al dirigible, que surcaba los cielos raudo y despreocupadamente.

Crecida

Una imagen que tomé hace poco, una tarde de viento y marea alta en Piriápolis, del mar y las olas reclamando la playa..

Desconcertado

De regreso a casa me crucé con una manifestación muy numerosa que se dirigía, en forma ordenada y pacífica pero decidida, hacia la Casa de Gobierno. No he seguido de cerca el conflicto de la enseñanza, por lo que no puedo opinar, pero hay algo que me llama la atención. Estoy convencido de que si fuese como Funes el Memorioso (link) sobre el que escribió Borges, los rostros de los manifestantes, si no todos, al menos los de una gran mayoría, me resultarían familiares; los habría visto durante los festejos post eleccionarios, celebrando la victoria del actual gobierno. No han pasado seis meses desde que éste asumió el poder y gobierno y gremios ya están peleados. Y las coincidencias programáticas, ideológicas, programáticas entre bases y dirigentes, gremios y autoridades, ¿se quedaron por el camino? Hay un refrán francés que dice que "cada uno ve el mediodía en su puerta"...

Pensativa

Una amable sirena y una muchacha pensativa, a poca distancia una de otra, el sábado pasado en la feria de Piriápolis, ciudad en la que uno puede, con suerte, ver un poco de todo siempre que sepa buscar dónde.

Furia natural

Las fuerzas de la naturaleza se la habían tomado con la pobre Piriápolis, vaya uno a saber por qué causa o entredicho. El caso es que el viento había convencido al habitualmente calmo mar para que golpease la costa con furia, mientras las nubes ocultaban el sol, ¡a ver si así aprende de una buena vez!
En un primer momento me pareció que los colores habían desaparecido, todo estaba agrisado, pero en una de esas los descubrí; con total despreocupación, se habían reunido para admirar todos juntos la bella espuma blanca que acompañaba el rugir de las olas.

Agradecido

Tomando en cuenta el tamaño del pie y las horas que tiene que pasar junto a la puerta esperando que su/s dueño/s lo saquen de allí, apuesto a que el perrito está muy agradecido al Dr.Scholl por ayudar a mantener la atmósfera del lugar más respirable.

Juicioso

Contrastando con el perrito travieso de la entrada de ayer, este gatito (o gatita) veneciano se porta de manera muy juiciosa, quizás porque el enmascarado a su izquierda (¿Giacomo Casanova?) está allí, atento, y él (o ella) no quiere hacer un mal papel.

Pícaro

No me cabe duda de que ese perrito pícaro estaba hojeando alguna revista non sancta, al menos eso daba a entender considerando la manera en que espiaba hacia la calle para ver si venía alguien.

Sobreviviente

Aún hay esperanza: en este cambiante mundo de modernidad líquida en el que la fascinación por los teléfonos celulares por momentos se aproxima peligrosamente a la adoración de una divinidad y adonde nadie parece acordarse de lo que es leer algo que no sea un sms o unas frases sueltas en facebook o twitter, algunos sobrevivientes de la debacle posmoderna aún se atreven a leer en público...¡libros, nada menos! ¡Un "hurra" (sottovoce) por los bravos!

De un modo u otro

No sé si pescaba, dormitaba o hacía ambas cosas a la vez, de lo que sí estoy seguro es de que bajo el tibio sol otoñal que bañaba la Escollera Sarandí ese domingo por la tarde y junto al mar calmo, el hombre la debía de estar pasando bien.

Esperando

Con la mirada perdida en los muelles, la pobre se quedó esperando en vano para verlo bajar de algún barco y recorrer el muello con el paso titubeante de los ebrios y los marineros hacia donde ella estaba aguardándolo ansiosa. Esperó tanto que de a poco se fue convirtiendo en piedra y aún está allí, como un monumento a todas las novias que, según dicen, aunque yo, que alguna vez supe ser marino, no lo he comprobado, los marineros tienen en cada puerto que tocan.

En capas

Ya pasó bastante tiempo desde que tomé esa foto, casi treinta años, pero no recuerdo que entonces hubiese tantos problemas de espacio en la Rambla Sur de Montevideo como para que la gente tuviese que ponersea tomar el sol  en capas para ahorrar espacio...

Antes III

Minas de Corrales...¿cómo estará ahora, se conservará más o menos igual que cuando tomé esa foto? Muchos poblados del interior se mantienen sin demasiados cambiosdurante décadas. Tendría que volver a darme una vuelta para ver cómo están las cosas.

Antes II

No sé si el interior del país ha cambiado mucho, pero sospecho que sí, probablemente incluso las localidades más aisladas luzcan bastante diferentes a lo que se ve en la foto, tamada (apenas) 26 años atrás.

Antes

Hubo una época en que las "llamadas" eran una manifestación popular que se celebraba dentro del barrio (Sur) y para sus vecinos, a nadie le interesaban los turistas ni los curiosos. Después vino la "profesionalización" de sus participantes y si bien hoy en día las llamadas son mucho más vistosas, creo que no hay carnavales como los de antes, cuando todo era más espontáneo y auténtico.

A nivel del suelo

No, no es el paracaidista de la foto anterior que ha llegado al suelo de una manera más acelerada de lo previsto, apenas uno de los deportistas que, acunado por la seda (¿seda?) de su paracaídas, sueña con las ligeras nubes bajo el tibio sol de la mañana.

Salto

El paracaidista tuvo que pasar por encima de mí para poder saltar, mientras yo lo registraba todo protegido por mi cámara, que creaba una suerte de barrera que me separaba del vacío. Saltar quedaba reservado para los bravos, pero a los bravos con paracaídas y yo apenas si tenía una cuerdita que me amarraba al asiento del piloto.

Al borde del abismo

Hace ya hace algún tiempo estoy dedicando una buena parte de mi tiempo libre y energía psíquica a practicar en el simulador de vuelo con mi computadora, volar siempre fue una de mis pasiones y hacerlo en un simulador, considerablemente más seguro. La imagen de hoy, tomada en 1996 durante un reportaje a paracaidistas civiles en Durazno, muestra mi pierna izquierda al borde del abismo. El piloto me había hecho sentar a su lado, para no desequilibrarle el avión, creo que era un pequeño Cessna 172, al que le habían quitado los asientos y la puerta derecha para que saltaran los paracaidistas. Y yo, amarrado a su asiento con una simple cuerda, me sentía en el aire.

Seregni

Ayer se cumplieron once años de la muerte del General Líber Seregni, un hombre al que estuve muy ligado, especialmente durante el período en que formé parte de su entorno, como ya lo he contado en mi libro "Cuidando al General". El diario El Observador de hoy publicó una serie de artículos al respecto y como se nota que esta foto les gustó mucho, simplemente la "levantaron" del libro sin avisarme ni darme siquiera el crédito. Seguro que se les pasó, a los profesionales no se les ocurre hacer esas cosas que pueden dar lugar a reclamos litigiosos, pero como la reencuadraron, aquí va la versión integral para que se pueda apreciar mejor,