miércoles, 9 de marzo de 2011

¡Nadie me escucha!


Muchos fotógrafos parecemos sufrir, de tanto en tanto, del sindrome de "a nadie le importa lo que hago", y me imagino que a otros creadores, como músicos, pintores, escritores y demás, les pasa lo mismo. Este ángel se quejaba amargamente de que nadie escuchaba su trompeta, y mascullaba por lo bajo, en tono vagamente amenazador; "¡Vamos a ver si me escuchan o no cuando toque llamando para el Juicio Final!"