domingo, 26 de julio de 2015
Ya es tarde
No me impresionan en absoluto las manifestaciones de descontento del sujeto arriba a la izquierda, que gimotea agarrándose la cabeza y profieriendo estentóreos improperios galos dirigidos contra los grafiteros que dejaron su impronta a su lado. Por lo menos no son como los descerebrados de estas tierras, que garabatean las estatuas mismas y demás obras de arte, así como cuanta pared recién pintada encuentras a su paso, en su afan de proclamar su incapacidad total de expresarse de alguna forma un poco más creativa, como lo hacen otros colegas, cuyas obras sí se puede decir que decoran la ciudad. Siempre repito que desgraciadamente hay gente que no tiene nada para decir y que lo hace a gritos.