
martes, 30 de junio de 2009
Plaza maleva

lunes, 29 de junio de 2009
Montaña ariba

Finalmente, exhaustos, nos refugiamos en un campamento situado en un pequeño valle antes de la larga subida final, la más penosa, adonde ángeles guardianes esperaban a los viajeros para reconfortarlos con comida y bebida calientes.
A media mañana, la peregrinación, en medio del retumbar de tambores y de los acordes disonantes de las flautas "sicuris", las flautas de Pan locales, llegó adonde estábamos, pero algunos viajeros, tan agotados como nosotros, se perdieron el espectáculo.
Ese día aprendimos que ser peregrino en la montaña no es cosa fácil para nadie.
domingo, 28 de junio de 2009
En el café

Ambos personajes seguramente se han ido hace tiempo, eso fue en 1974, y los secretos y confidencias que quizás se confiaron esa tarde se perdieron para siempre, pero el gesto perduró, rescatado del naufragio del tiempo por el conjuro fotográfico.
sábado, 27 de junio de 2009
AVISO A LOS NAVEGANTES
La novia en el santuario
por un
Llegó junto a otros miles de peregrinos para la fiesta patronal del Bom Jesus en el poblado de Lapa, junto al río San Francisco, en el interior del estado de Bahía, en el nordeste brasileño. Como la mayoría de ellos, era de tez oscura y tenía aspecto de campesina.
Permaneció todo el tiempo tristemente callada. Otras mujeres que se le parecían la ayudaron a ponerse un traje de novia de aspecto tan humilde como ella, tras lo cual se puso en la cola para cumplir el ritual de hacerse fotografiar en el santuario para conservar una huella tangible de su pasaje por el lugar.
No sé si iba a solicitar una gracia o a "pagar una promesa" por un pedido satisfecho, en todo caso ningún hombre la acompañaba. Pude habérselo preguntado, ya no lo sabré nunca.
Aún hoy, la imagen de esa mujer humilde y todavía joven, pero ya envejecida, enfundada en su blanco traje de novia, por alguna razón me provoca un sentimiento mezcla de tristeza y ternura, quizás porque me recuerda un poco a los personajes de las novelas de Graciliano Ramos.

Permaneció todo el tiempo tristemente callada. Otras mujeres que se le parecían la ayudaron a ponerse un traje de novia de aspecto tan humilde como ella, tras lo cual se puso en la cola para cumplir el ritual de hacerse fotografiar en el santuario para conservar una huella tangible de su pasaje por el lugar.
No sé si iba a solicitar una gracia o a "pagar una promesa" por un pedido satisfecho, en todo caso ningún hombre la acompañaba. Pude habérselo preguntado, ya no lo sabré nunca.
Aún hoy, la imagen de esa mujer humilde y todavía joven, pero ya envejecida, enfundada en su blanco traje de novia, por alguna razón me provoca un sentimiento mezcla de tristeza y ternura, quizás porque me recuerda un poco a los personajes de las novelas de Graciliano Ramos.
viernes, 26 de junio de 2009
Hilo de luz

jueves, 25 de junio de 2009
AVISO A LOS NAVEGANTES

2-Para ver las fotos a mayor tamaño, no hay más que "clickear" (¡y dale!) sobre la misma y se abrirá en una nueva pantalla. Si desea aumentar el tamaño de la página o de las fotos, puede hacerlo desde su navegador (v.g. en Firefox es con Ctrl + para aumentarlo y Ctrl - para disminuirlo)
Por suerte avisan

Me dirigí hacia el sur, naturalmente y tras caminar un rato alcancé a ver a lo lejos las olas que rompían sobre la arena blanca, por lo que deduje que ya estaba cerca.
No pude encontrar la entrada de inmediato, sin embargo y recién después de dar unas vueltas y recorrer un par de kilómetros, conseguí localizarla gracias a un cartel indicador que algún samaritano había colocado para beneficio de los viajeros extraviados como yo.
Ya traspuesto el portón, todo resultó más fácil. No iba precisamente a ese sitio en particular, pero tras recorrer la franja costera durante una media hora, finalmente llegué al lugar que quería.
Por suerte nadie me vió dando vueltas y vueltas, como un perro antes de echarse, en busca de la entrada a la playa, porque podría llegar a pensar que soy algo tonto.
miércoles, 24 de junio de 2009
El portal de los tigres

¿Hacia dónde se dirige ese hombre que lleva de la mano a esa hermosa y primorosamente vestida pequeña? ¿Hacia la casa de los tigres? ¿Y para qué, son éstas fieras amables y protectoras o los ominosos guardianes de un templo adonde se llevan a cabo misteriosos e indescifrables rituales? En la India todo puede suceder, basta con mantenerse al acecho para descubrirlo.
martes, 23 de junio de 2009
Jaulas

La correspondiente a Rio de Janeiro -él residía más al norte, en Vitória- le acababa de regalar una jaula con un pajarito y cuando le tomé la foto Caldeira estaba encantado porque el animalito, pasado el susto de verse rodeado de tanta maquinaria ruidosa, había vuelto a cantar.
Estábamos mar adentro, el pajarito cantaba tras los barrotes de su jaula y nosotros reíamos, encerrados por la estructura metálica de nuestro barco, de nuestro difícil y por momentos peligroso trabajo y del mar que nos separaba de tierra y de nuestras familias, cada quien en su propia jaula.
lunes, 22 de junio de 2009
Las ciudades grandes te devoran
Fue un domingo de mañana en Buenos Aires. Habíamos salido a dar una vuelta por la avenida Leandro Alem y de pronto vimos cómo un inofensivo transeúnte parecía ser devorado por una alcantarilla. Las ciudades grandes están llenas de peligros que quienes vivimos en urbes más reducidas, como Montevideo, ignoramos. Desde ese día, cada vez que paso cerca de una de esas aberturas voraces e implacables, doy un rodeo.
sábado, 20 de junio de 2009
Hay un camello en el garage

Montevideo también puede ser una ciudad surrealista cuando quiere.
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