miércoles, 24 de junio de 2009

El portal de los tigres

Internarse -o más bien diría, perderse- en una callejuela de cualquier ciudad de la India es sacar un pasaporte para un mundo de sorpresas. Basta con entregarse a lo que André Breton, "pope" de los surrealistas, definió como "azar objetivo", o dicho simplemente, extender las antenas de la percepción sensorial y entregarle el timón al subconsciente, que él se encargará de guiarnos y señalarnos aquellos momentos de gracia en que podremos ver más allá de lo aparentemente visible, el mundo "surreal".
¿Hacia dónde se dirige ese hombre que lleva de la mano a esa hermosa y primorosamente vestida pequeña? ¿Hacia la casa de los tigres? ¿Y para qué, son éstas fieras amables y protectoras o los ominosos guardianes de un templo adonde se llevan a cabo misteriosos e indescifrables rituales? En la India todo puede suceder, basta con mantenerse al acecho para descubrirlo.