Ayer se celebró San Valentín, o día de los enamorados. Se me pasó, pero al menos me acordé hoy y decidí subir esta imagen de 1978 de una dulce parejita florentina ocupada en sus cosas, mientras unos forzudos que andaban por ahí se hacían los distraídos discretamente. Me pregunto qué habrá sido de ellos (de la parejita, los forzudos me tienen sin cuidado), si habrán seguido juntos e incluso si aún estarán vivos después de tantos años. Me acuerdo perfectamente que la tomé con una Leica M-3 que compré en 1972 y que aún conservo funcionando normalmente, con el lente Summilux de 50 mm, adquirido en 1976, con el que hace un par de semanas estuve fotografiando durante la celebración de la fiesta de Iemanjá en la playa Ramírez, aunque colocado en una cámara digital Sony moderna. Una maravilla (me refiero a la Leica y sus objetivos, aclaro que en lo que hace a la parejita y como dije, a los forzudos, io me ne frego).
