Estaba tirado en el suelo. Parecía un misal o algún tipo de libro piadoso en esa línea, después de todo estaba en un cementerio y la gente a veces lleva cosas así a los cementerios, vaya uno a saber por qué. Pensé que a alguien se le podía haber caído y me agaché para tomarlo y echarle una ojeada y quizás incluso hojearlo, pero al intentar levantarlo me di cuenta de que era bastante más pesado de lo que había supuesto. Temo estar perdiendo las fuerzas con este molesto asunto de la edad.
