Esta tarde fuimos al Museo Nacional de Artes Visuales, un lugar en el que, además de experimentar un goce estético siempre renovado, recitando el mantra adecuado, es posible vislumbrar el tan mentado, aunque bastante menos conocido multiverso (link), al cual ya me he referido anteriormente, Estas variantes de lo que habitualmente consideramos el único universo posible, suelen presentarse en forma de múltiples capas superpuestas de manera de conformar algo así como un cuadro en el estilo de muchas de las obras que pueden apreciarse en el museo. Parte del trabajo interpretativo le corresponde a cada observador y creo que precisamente en eso reside la gracia del asunto.
