Leo en el Clarín de hoy que la tradicional peregrinación a pie al santuario de Nuestra Señora de Luján (link), a más de 60 km de distancia de Buenos Aires, este año y pandemia mediante, deberá será llevada a cabo de forma virtual (link). Una novedad, claro, pero no tanto si tomamos en cuenta que hace ya 27 años, cuando visité el santuario como parte de un registro para un ensayo fotográfico personal, dentro de la basílica, televisores y pantallas con imágenes proyectadas de acuerdo con las posibilidades técnicas de la época, mostraban a la Virgen y paisajes celestiales (nubes, que es lo que había) para mayor regocijo espiritual de los esperanzados fieles. Una suerte de paraíso virtual, si se quiere. Nihil novum sub solem...
