viernes, 30 de abril de 2010

El perrito

El perrito dormía plácidamente sobre el mostrador de la mercería, imperturbable incluso a las eventuales caricias de alguna clienta. En eso entró un hombre grandote y simpático que rápidamente nos informó de su profesión, que era la de cantor callejero. Para demostrarlo, entonó con entusiasmo las primeras estrofas de aquella canzonetta que dice "Che cosa bella, la giornatt´al sole...!", en su versión disonante. Sin poder evitar escucharlo, el perrito se incorporó, sorprendido. "Mi hija le ponía canciones de Enya cuando era chiquito" -dijo su dueña. Argumenté que entonces habría que cantarle en galés, pero como el hombre no tenía canciones en ese idioma en su repertorio, buscó en unos papeles y atacó con renovados bríos una versión terrible de "Strangers in the Night". Eso fue demasiado para el pobre animalito, que rápidamente se refugió tembloroso en los protectores brazos de su dueña.