Aún quedan por delante unos pocos días de otoño, con su luz tan particular, colores suaves y sus sombras alargadas y tratamos de disfrutarlos todo lo posible (estuve tentado de hacerme el leido y escribir "escanciar ese vino hasta las heces", pero luego pensé que ese hispanismo un tanto demodé podría prestarse a confusión). Pues eso, aprovechemos estos últimos respiros, que dentro de poco los vamos a añorar sobradamente.