Ayer por la tarde un viejo compañero de liceo me informó del fallecimiento de otro muy querido amigo, Julio Martino. Con Julio fuimos compañeros y amigos de liceo, preparatorios y en la facultad de Medicina. Luego comenzamos el posgrado de psiquiatría juntos, yo me fui a trabajar a Brasil al terminar el primer semestre y él continuó hasta que se tuvo que exiliar y un día se apareció de sorpresa, una agradable sorpresa, en mi casa en Rio de Janeiro, buscando refugio temporal. Al poco tiempo consiguió asilo político en Francia, donde permaneció y tras revalidar con esfuerzo sus diplomas, trabajó como psiquiatra hasta su muerte.
Mientras vivió en Paris nos volvimos a ver algunas veces, pocas, y hoy quiero recordarlo así, como se ve en las fotos (es el de lentes), durante una guardia en el hospital Maciel, cuando éramos estudiantes y luego en el boliche de la esquina, junto a dos viejos amigos y reputados médicos: Jorge Zuasnábar (C) y Alberto"pajarito" Fernández. Entonces éramos jóvenes y aunque el camino por recorrer aún era incierto, éramos optimistas y todos reíamos con mayor frecuencia de lo que seguramente nos reimos ahora.