miércoles, 24 de diciembre de 2014

Por los ausentes

Tomé esta foto en diciembre de 1994, hace 20 años, que podrán no ser nada para el autor del tango, pero para los demás, entre quienes naturalmente me incluyo, son bastantes. El bar de la foto, cuando disparé la cámara ya estaba cerrado hacía tiempo, pero hoy un enorme baldío ocupa su lugar en la ciudad. Esta noche elevemos nuestra copa en un brindis por los que ya no están, y entre ellos, por este humilde bar que tantas alegrías le habrá dado a sus parroquianos,  acodados en el mostrador,con una copa en la mano de algo fuerte que provocase euforia, placer o simple amnesia.