domingo, 12 de octubre de 2014

Y dale con la geometría...

La posibilidad de descubrir alrededor de sí imágenes (o situaciones o lo que sea) bellas, o que le causen placer, es una bendición. Es algo que debería ser enseñado en las escuelas, está al alcance de la mano (o de los sentidos, vamos), es barato y nos puede cambiar el día. Esta atractiva, al menos para mí, conjunción de elementos urbanos se dió ayer por la tarde cuando regresaba a casa de mi guardia en la agencia y debo agradecérsela al sol de esa hora y a la ausencia de tráfico y transeúntes.