miércoles, 29 de enero de 2014

El basural propio

Desde hace unos días, cuando abro la puerta de mi casa para ir a la agencia, me recibe el espectáculo de un contenedor de basura, en algunos casos, como hoy, con su sucia boca entreabierta enviándome alguna suerte de mensaje subliminal que prefiero ignorar. La intendencia de Montevideo, en un acto generoso que la honra, hizo correr el contenedor, que estaba en otro lugar, hasta colocarlo enfrente de mi puerta, quizás por considerar que no pago suficientes impuestos. También es posible que trate así de realizar el sueño de todo montevideano de tener su basural propio o quizás, siendo aún más sutil, puedo suponer que desea convencerme de que en las próximas elecciones vote a la oposición, todo es posible en la dimensión municipal.