Anoche fui a un boliche que no conocía, en pleno centro. Debo aclarar que utilizo los cafés y bares como escritorios, porque me permiten mantenerme alejado de muchas distracciones que atentan contra mi concentración cuando escribo. En este en particular, a mis espaldas, descubrí esta escena de pura modernidad que me recordó los ya cada vez más lejanos años de mi infancia, cuando en las proyecciones dominicales en un club social en Sarandí del Yi, en el departamento de Durazno, adonde pasaba las vacaciones, proyectaban una serie llamada "Buck Rogers". Era una aventura espacial futurista en la que las naves, las vestimentas y demás detalles escenográficos, hoy nos harían desternillar de risa. Ocurre que muchas veces nuestras predicciones/proyecciones del futuro se quedan muy cortas o simplemente erran el tiro por mucho.
miércoles, 18 de agosto de 2010
Modernidad
Anoche fui a un boliche que no conocía, en pleno centro. Debo aclarar que utilizo los cafés y bares como escritorios, porque me permiten mantenerme alejado de muchas distracciones que atentan contra mi concentración cuando escribo. En este en particular, a mis espaldas, descubrí esta escena de pura modernidad que me recordó los ya cada vez más lejanos años de mi infancia, cuando en las proyecciones dominicales en un club social en Sarandí del Yi, en el departamento de Durazno, adonde pasaba las vacaciones, proyectaban una serie llamada "Buck Rogers". Era una aventura espacial futurista en la que las naves, las vestimentas y demás detalles escenográficos, hoy nos harían desternillar de risa. Ocurre que muchas veces nuestras predicciones/proyecciones del futuro se quedan muy cortas o simplemente erran el tiro por mucho.
