sábado, 24 de julio de 2010

A esa hora

Ya me he referido antes a esa hora del día tan especial en la que se lleva a cabo el recambio de la luz y el día se retrae para darle paso a la noche. A esa hora, que algunos llaman la "hora azul" y yo prefiero decirle la "hora mágica", nos es posible vislumbrar, durante un brevísimo lapso, la coexistencia pacífica de dos mundos opuestos: el diurno y el nocturno.