En estos días fríos, la búsqueda de un lugar soleado se ha vuelto una necesidad, pues los malvados edificios persisten en su error de tratar de bloquearlos, para que continuemos enfriándonos. Pero siempre hay algún resquicio salvador en la pared de cemento que nos rodea, adonde calentarnos un poco y soñar con el aún distante verano.viernes, 23 de julio de 2010
Al sol
En estos días fríos, la búsqueda de un lugar soleado se ha vuelto una necesidad, pues los malvados edificios persisten en su error de tratar de bloquearlos, para que continuemos enfriándonos. Pero siempre hay algún resquicio salvador en la pared de cemento que nos rodea, adonde calentarnos un poco y soñar con el aún distante verano.