jueves, 4 de marzo de 2010

Claridad

Durante una visita al departamento de Anatomía de mi vieja facultad, Medicina, me crucé en un sombrío corredor con este curioso personaje, probablemente salido de un libro o una película de Clive Barker, que parecía estar encandilado por la luz que entraba por ventana. Por suerte para él, la facultad, construida a principios del siglo XX con criterios arquitectónicos del XIX, no se caracteriza precisamente por la abundancia de luz natural que dejan entrar sus aberturas.