domingo, 6 de diciembre de 2009

El mar II

Mi relación personal con el mar es de larga data y tiene tanto que ver con el hecho de haber nacido y crecido en una ciudad marítima -si es que puede llamársele mar a la enorme extensión del Río de la Plata- como con las lecturas que desde muy niño me familiarizaron con aventuras y epopeyas marinas y nutrieron mi imaginación; también somos un poco todos los libros que hemos leído.
Más tarde pasé largos períodos de mi vida en el mar, varios años en total, totalmente rodeado de agua. Tras esos prolongados embarques quedaba saciado durante un tiempo, pero a la larga, siempre volvía a él, la necesidad de sentir el rumor de las olas y perderme mirando su inmensidad azul siempre fueron más fuertes.