jueves, 3 de diciembre de 2009

Disidencia

El balneario redobla esfuerzos para acelerar la llegada del verano, ya con cierto retraso, y todos sus integrantes tratan de dar lo mejor de sí para ello. El cielo le reitera el pedido a las nubes para que se vayan a otra parte y permitan que el sol brille orgulloso, como bien sabe hacerlo por esta época; la playa exhibe toda su seducción para atraer a los bañistas hacia su socio estrella, el mar, que ya ha entibiado sus aguas lo suficiente para acogernos sin sobresaltos. La rambla está siendo reparada y pintada aceleradamente para poder lucir su mejor sonrisa cuando lleguen los veraneantes.
Pero siempre hay algún disidente que quiere dar la nota, manifestar su neurótico rechazo a cumplir con su destino estival, ¡así no se puede, vamos, a poner todos el hombro que ya se nos viene encima enero!