viernes, 4 de diciembre de 2009

Civilización

Habíamos estado recorriendo la playa casi vacía a causa del persistente y fastidioso viento, y de pronto nos extraviamos. Comenzamos a buscar una salida de ese mundo salvaje de arena, mar y pájaros ruidosos posiblemente escapados de la película de Hitchcock y por fin nos encontramos con esos pajonales. Tras éstos divisamos lo que parecía ser un conjunto de ruinas de tiempos inmemoriales, uno de cuyos muros exteriores lucía una suerte de pintura rupestre, muy desvaída, pero que tras un esfuerzo reconocimos como una propaganda de Pepsi, muy maltratada por el viento y la arena.
¡Estábamos salvados, de nuevo en la civilización!