miércoles, 22 de julio de 2009

Nuevos dioses

Es probable que la peregrina viniese de alguna apartada región del país, cosa frecuente. Cuando la vi, se reconfortaba con lo que parecía ser un sabroso plato de thenthuk -sopa de fideos- y todo parecía coincidir: el plato tibetano, las ropas tradicionales de la anciana, el aspecto medieval de la casa de té del monasterio Sera, a las afueras de Lhasa, en el Tibet. Entonces noté una discordancia: el encargado del local, un joven tibetano de aire moderno, fanático del fútbol, había tapizado las paredes del salón con posters de jugadores de fútbol. Por esa causa, la imagen un tanto fuera de lugar del popular Ronaldo, al fondo, parecía velar por la buena digestión de la mujer como una deidad posmoderna, o tempora, o mores!