Aunque por momentos parecía que iba a volver a caer agua del cielo, regresé de la consulta con mi médica a casa caminando, dando una vuelta larga, por la rambla de Punta Carretas, siempre al acecho de la sorpresa y me encontré, de buenas a primeras, con esta situación. Tratando de no derramar el vaso de café que llevaba en la mano izquierda -había hecho una parada técnica un momento antes en la estación de servicio que queda cerca del faro- me las arreglé para operar mi cámara con la derecha únicamente, mientras recordaba esta vieja canción de Lulú Santos (link) que me pareció que podía venir bien como acompañamiento, vaya uno a saber por qué.