La feria sabatina de Piriápolis es bastante buena, hay un poco de todo. Frutas y verduras, por supuesto, pero también sustancias comestibles para amenizar el proceso de comprar, productos varios importados de allende los mares o apenas del otro lado de la frontera (olviden esto último, no dije nada). Pero esta vez, dadas las circunstancias, con los contendientes en el torneo comicial en ciernes a nivel local tratando cada uno de seducir el mayor número de electores, la oferta también va por ese lado, es la última oportunidad dentro de los próximos cinco años de ganar sus corazones y mentes en lo que a escoger gobernantes se refiere.