A veces se dan situaciones como esta, una curiosa sincronía corporal entre mi amigo Felipe, el escritor, y el muchacho durmiendo una siestecita echado sobre unos cartones,afuera del café, a pocos pasos de nosotros. Hay que estar atento, siempre listo, como un boy scout, para capturar el momento que puede durar pocos segundos pero que esta vez, por suerte lo logré.