jueves, 4 de mayo de 2023

Un triste fin

Pues bien, una buena parte de los camellos que se venden en el mercado que mostré en la entrada del 1 de mayo terminan en sitios sórdidos como este, una carnicería en el zoco de la ciudad. Así como las carnicerías francesas que vendían (¿venden?) carne de caballo, llamada chevaline, colocaban una figura representando la cabeza  de unicornio en su fachada como forma de atraer clientes, en medio oriente las carnicerías hacen lo mismo pero con cabezas de camellos. Los niños no tiene problema con eso, porque por allá, eso de los Tres Reyes Magos, no corre.