Una feria en la cual se exhiben/venden objetos dispares, como la de Tristán Narvaja, es un lugar ideal para practicar la búsqueda surrealista de objets trouvés (link) en el mejor estilo Duchamp. El azar o simplemente el ingenio de sus propietarios/vendedores al exhibirlos puede resultar muy jugoso e interesante, basta con mantener los ojos bien abiertos y la mente predispuesta a dejarse sorprender.