martes, 26 de julio de 2022

Cafetería, feria gastronómica o comoquiera que se llamase, en La Habana

Servían cerveza, ron, algo de comida, había poca cosa. El café me lo preparó especialmente el cocinero, vestido de un inmaculado blanco, también por un precio especial en pesos convertibles, que se apresuró a enfundar en un bolsillo rápidamente, Pero la atención fue amable, los habaneros me impresionaron como gente generalmente amable y siempre con ganas de charlar un poco. Por supuesto, había, en los hoteles para turistas, cafés como los nuestros, pero juro que en las dos semanas que pasé en La Habana, no puse el pie en ninguno de ellos.