Esto de la pandemia a tenido consecuencias insospechadas, como el aumento de la tolerancia de los animales salvajes respecto de la presencia humana. A este cervatillo salvaje, por ejemplo, no se le habría ocurrido nunca antes quedar a una distancia inferior a los cien metros de un grupo de adolescentes ruidosas ocupadas únicamente en sus celulares, pero ya ven. Parecería ser que la presencia del tapabocas lo tranquiliza, vaya uno a saber.