jueves, 11 de junio de 2020

Un viaje a la India-30


Nepal-5

La  "escalerita" de acceso al templo budista Swayambunat


Cafetería operada por exiliados tibetanos 
En un templo budista como este los monos la pasan en grande
Un oscuro callejón en Kathmandú a pocos paso de mi hotel, bien custodiado por leones

Bhaktapur me ha impresionado tanto que decido irme a pasar al menos un par de días, así que me compro una pequeña mochila para llevar algo de ropa y le pido informaciones al respecto al simpático dueño del hotel. Resulta que también tienen otro establecimiento alli, lo que me viene de perlas. Además, se ofrece a llevarme él mismo en su motoneta. De todas formas continúo pagando mi habitación en Kathmandú, que es cómoda, barata y los dueños excelentes personas, no quiero arriesgarme a perderla. Salimos poco antes de las diez de la mañana y aún hay poco tránsito. Mi conductor es bueno, bastante prudente y no va muy rápido, lo que me tranquiliza un poco, teniendo en cuenta como se circula por estos pagos y que ni siquiera tengo casco. Por lo que he visto, únicamente los conductores lo llevan,  seguramente es obligatorio para ellos, pero no para los acompañantes: mujeres e hijos van a cabeza descubierta. Llegamos en poco rato, son apenas 13 kilómetros y me instalo de inmediato en el hotel. Me asignan una espaciosa habitación con baño propio en el cuarto piso del inmueble,  una antigua construcción de piedra y madera. El dueño me cuenta que en ese edificio se casó y que pertenece a su mujer. En una época funcionó como depósito de mercaderias, pero al prohibirse la circulación de vehículos pesados por la calle por razones de conservación patrimonial -el edificio está en la avenida principal, a pocos metros de Durbar Square, la plaza central- decidieron darle otro destino reconvirtiéndolo en hotel.