domingo, 24 de mayo de 2020

Un viaje a la India-26


Nepal-1

El vuelo en un pequeño Fokker bimotor de Varanasi a Kathmandú, la capital del reino de Nepal es corto y aterrizamos alrededor de las ocho de la noche en a un aeropuerto casi desierto. Es un vuelo corto, en un Fokker bimotor y llegamos a Kathmandu alrededor de las ocho de la noche, a un aeropuerto desierto. En la oscuridad, no consigo ver gran cosa de la ciudad, pero que está desierta y me da la impresión de ser bastante moderna, error que quedará aclarado a la mañana siguiente. 
Me despierto temprano y salgo del hotel después de desayunar, pasadas las ocho, pero todavia los negocios estan cerrados y hay poca actividad en la calle.
Kathmandú (KTM) es mucho mas limpia que cualquier ciudad india que visitara y más ordenada. No parece estar tan poblada y hay muchos mas turistas. Los barrenderos utilizan unas escobitas de mano parecidas a las de los indios, pero en vez de empujar el polvo y la basura hacia el medio de la calle, como ellos, lo hacen hacia la vereda. También acá ay muchas motos, pero atascamientos del tráfico únicamente a la hora del cierre de los comercios, a eso de las seis de la tarde.







Abundan los edificios antiguos y se ven templos por todas partes, a veces con tienduchas instaladas en su planta baja y dragones de bronce sobresaliendo de la parte superior. La gente es amable y si bien hay menos mendigos que en la India, en las zonas frecuentadas por los turistas el acoso de taxistas y vendedores puede ser igualmente fastidioso. La luz es extraña, debido a la combinación de la altura de muchas edificaciones (mi hotel, aunque pequeño, tiene seis pisos) y la estrechez de las calles. Se come bien, hay todo tipo de opciones y en la zona turística conocida como Thamel hay de todo, hasta una sucursal de la cadena de librerías estadounidense Barnes and Noble. Por todas partes hay casas de equipo de montañismo y de trekking,  cafés agradables, panaderias alemanas. En Nepal, a diferencia de la India, hay mujeres al frente de negocios y en la atención al publico y todos, hombres y mujeres por igual, visten prácticamente a la occidental, o al menos, como en el sudeste asiático.