La situación por demás conocida nos obliga a permanecer todo lo posible (o permanentemente para algunos) en casa. Tenemos más tiempo libre. Para colaborar con el bien común ayudando a mis compañeros enclaustrados poco menos que como monjes de clausuraa sobrellevar mejor el encierro, he decidido comenzar a publicar algunos de mis viajes de forma más completa. Tengo muchas más imágenes que las que he podido mostrar y las anotaciones en mi cuaderno de bitácora pueden ayudar a hacerse una composición de los lugares más completa.
Voy a comenzar con el primero de mis viajes a la India (hice tres en total, de una duración de seis semanas cada uno) en 2002, incluyendo una breve, pero muy recordada estancia en Nepal. A por él, pues.
UN VIAJE A LA INDIA-1
El vuelo hasta Malaysia, la primera etapa, es agotador, veintitantas horas con apenas un par de escalas breves en Sudáfrica. Afortunadamente me corresponde una parada de varias horas en Kuala Lumpur antes del tramo final hasta Mumbai y la compañía me instala en un hotel de cuatro estrellas situado cerca del aeropuerto de Kuala Lumpur, que en realidad queda a 80 km de la capital, próximo una de esas pequeñas poblaciones que construyen los malayos en medio de la nada y aparecen de improviso como hongos después de las lluvias, prontos para habitar y completamente vacíos, con carteles de For Rent y To Let por todas partes.
Pero por supuesto, nada es perfecto, por ejemplo leo en él Sun de Kuala Lumpur una noticia que informa que "un joven de 20 años está acusado de haber practicado el sexo oral
con una joven de 17. Dice que de probarse el "delito" podria ser
condenado a una pena de hasta 20 años de prisión y latigazos". El articulo no menciona para nada qué le ocurriría a la muchacha.
Horas más tarde me pasan a buscar para tomar el vuelo a la India, que queda hacia atrás, pero no me molesta para nada regresar un poco, valió la pena el descanso.