sábado, 19 de mayo de 2018

Diario Habanero XXIII

Frente a una panadería cerca del lugar donde yo me estaba quedando, en Centro Habana, esos dos vecinos sentados en sendas sillas de plástico vendían a un precio módico bolsas de polietileno para embolsar el pan, que era entregado a los clientes así nomás, en la mano, sin siquiera un pedacito de papel para agarrarlo, como en Francia. Por momentos sorprende el grado de creatividad que han ido desarrollando los cubanos para sobrevivir como pueden a la crisis que los afecta desde hace años.