Siempre sentí una gran fascinación, quizás por haber conocido algunas brevemente, por las tertulias de café. En Paris, en algún momento, creo que cada vez más lejano, fueron focos culturales. No sé si seguirá siendo así hoy en día, pero al menos puedo decir que algunos parroquianos de cafés,
bistrots y
brasseries pasan el tiempo entretenidos-