sábado, 5 de noviembre de 2016
El gato
Me demoré un poquito en volver a pasar por ese restaurante en el Barrio Latino de París, apenas 38 años. en fin, y el gato, el mismo de esta otra entrada (link), naturalmente ya no estaba. No sé qué ocultaban bajo el mantel blanco, pero todo me hace suponer que aprendieron la lección y ahora esconden los alimentos, no sé si de la gula del gato residente actual o apenas de los inconvenientes rayos del sol.