domingo, 14 de junio de 2015

Demasiado


Ayer, como cada sábado en que estamos en Piriápolis, fuimos a la feria a comprar algo de fruta, queso y otras necesidades materiales inmediatas. Mientras charlábamos con el amigo que nos vende la miel, vi de pronto una escena que me confundió. Algo más allá de donde estábamos había una curiosa confusión de piernas, torsos e incluso uno que otro fragmento de un cuerpo humano en movimiento. A veces pienso que Piriápolis puede llegar a ser un lugar muy extraño por momentos...