viernes, 21 de marzo de 2014

Sobrecargado

El hombre se arrastraba, más que caminaba, penosamente por las calles del congestionado distrito de Paharhganj. Me acerqué a ver qué era lo que ofrecía, ya que no entendía nada de lo que voceaba pero inmediatamente lo descubrí: entre otras cosas, llevaba a la espalda un par de elefantes ya amaestrados, útiles para todo tipo de trabajos, ya no manuales, sino "trompales". Por eso lucía tan agobiado, dos elefantes son mucho peso para cualquiera, aún en la India.