viernes, 27 de diciembre de 2013

Náufrago

El joven náufrago se sentó junto a la orilla, sobre los escalones tallados en la roca y que conducía al misterioso templo en ruinas que ocupaba un lugar prominente en la isla tropical. Lo único que podía hacer era esperar a que llegase el rescate, así que mientras tanto extrajo de su morral el Kindle y encendiéndolo con un  leve toque de su índice derecho,  se puso a leer con renovado interés la novela de Daniel Dafoe que había comenzado al inicio del viaje y que, por alguna razón que se le escapaba, había cobrado de forma inesperada una nueva dimensión.