Paso todos los días por allí, por la Plaza Cagancha, de ida o de vuelta de la agencia, pero recién hoy se me ocurrió elevar la vista. Entonces vi la araña, ominosa y amenazante sobre su tela, estudiándonos con atención desde lo alto y perfectamente surrealista: una realidad por encima de la que consideramos como la única posible.
viernes, 18 de noviembre de 2011
La araña
Paso todos los días por allí, por la Plaza Cagancha, de ida o de vuelta de la agencia, pero recién hoy se me ocurrió elevar la vista. Entonces vi la araña, ominosa y amenazante sobre su tela, estudiándonos con atención desde lo alto y perfectamente surrealista: una realidad por encima de la que consideramos como la única posible.