miércoles, 6 de julio de 2011

Paris IV



Los franceses tienen muy acentuada la percepción de sus pasadas grandezas, por lo que los monumentos imponentes abundan para dar fe de ello. Una visita al Panthéon -un edificio imponente- puede ilustrar lo que digo, y si no es suficiente, basta con escuchar las palabras del guía para comprender, de una vez por todas y para siempre, que los que estamos fuera del "hexágono" en realidad no somos nada.