viernes, 14 de enero de 2011

Coraje



El pasajero esperaba pacientemente y en calma el tren...fantasma. No estaba solo en la estación, no: lo acompañaban una momia, un demonio y quién sabe cuántos engendros más que no estaban a la vista. Predispuesto, sin duda, por la lectura de Lovecraft, quedé admirado de su coraje, realmente.