Esta mañana, mientras caminaba hacia la agencia, descubrí a este barquito, que viento en popa, a toda vela, partía hacia mares lejanos. Alternativamente, los que llegaron tarde y perdieron el embarque -ayer fue sábado y por la noche muchos se fueron de juerga- pueden sentarse a la mesa del bar/café y desayunar al solcito.