martes, 6 de julio de 2010

Hasta el fin

Esta tarde -o mejor dicho, esta media tarde- el ataque de los Klingon llegó a su punto de mayor intensidad. Los uruguayos estuvimos, durante 90 larguísimos minutos, en Sudáfrica, enfrentados a los hábiles y malignos holandeses, quienes no sin esfuerzo lograron doblegar a la selección del paisito, que peleó hasta el fin, con inusual espíritu deportivo y cayó con las botas puestas, como los 300 hombres de Leónidas o quizás como un Gary Cooper que hubiese muerto peleando en total desventaja a la hora señalada. Así debe ser y me saco un sombrero imaginario en saludo a esos jugadores profesionales que supieron perder con verdadero espíritu deportivo, dando lo mejor de sí mismos hasta el último minuto del partido, manteniendo a ambas hinchadas en vilo. Y al finalizar la gente de acá no se lamentó tanto de la derrota y celebró el haber conseguido llegar hasta las semifinales. No está nada mal y es un buen comienzo.