
La joven cantante había sido contratada para animar el almuerzo y se esforzaba para lograrlo, pero cuando sirvieron la raviolada, todos se abalanzaron sobre la comida antes de que se enfriase, estábamos en agosto, olvidándose momentáneamente de la pobre artista. Como sé lo que significa tener, cada tanto, la sensación de que a nadie le interesa mucho lo que uno hace, me sentí inmediatamente identificado con ella.