
Su sede está en un amplio terreno situado en la zona de Marsella conocida como "La Pointe Rouge", rodeada de colinas y algo alejada del mar.
Detrás de los edificios de oficinas y talleres, hay un descampado en el cual se oxidan lentamente los desechos de su actividad industrial: viejas cámaras de descompresión, campanas de buzos, guinches y, colocado con displicencia sobre otro montón de material en desuso, un curioso minisubmarino para dos personas, parecido a una nave espacial de una película de ciencia ficción, sumergiéndose lenta y definitivamente en las oscuras aguas del olvido.